Un neologismo como solución

– ¿Por qué los kakapos huelen a miel?

– Para poder encontrar compañeros.

– ¿Pero por qué la miel? ¿Quién…?

– ¡Ay, alguien huele muy bien!

– ¡Ya entiendo!

– Me encantan los positivos con cuatro patas.

En esta historieta de Guy Kopsombut no hay problemas con la traducción hasta la última línea. Ahí está la palabra inventada “pawsitive”, formada por “paw” (pata) y “positive” (positivo). Puesto que en español las dos palabras son muy distintas, no se podrían unir de la misma manera.

Para afrontar este punto muerto, podemos recurrir a la transposición literal, o sea a la adaptación directa de los factores responsables del efecto humorístico. En este ejemplo se mantiene la referencia a “positivo” y las patas se convierten en cuatro puesto que aluden al oso. Aquí se ve como el código visual tiene un papel fundamental en elegir la traducción.

Sin embargo, como se ve en la parte del diálogo marcada en negrita, dicha estrategia casi siempre requiere mucho más espacio. Este puede ser un problema porque el bocadillo que incluye la frase no es suficientemente grande.

El problema se hace aún mayor cuando se traducen los subtítulos, donde los límites espacio-temporales son muy estrictos. En otras palabras, en cada línea de un subtítulo hay un límite máximo de caracteres que respetar. Estos a su vez influyen en la velocidad de lectura, un valor que, si es demasiado alto, no facilita al espectador, quien corre el riesgo de que no le dé tiempo a leer todo el texto. Así pues, si traducimos literalmente palabras inglesas individuales, a menudo la versión española requiere el empleo de muchas más palabras. Por ejemplo “moonwalk” se traduce necesariamente con “paseo por la luna”. ¡También vosotros simples espectadores entendéis que una traducción tan larga puede ocupar demasiado espacio en una línea de un subtítulo!

Para terminar, volviendo a la historieta en cuestión, otra solución para traducir “pawsitive” podría ser la de crear un neologismo también en la versión española. Podríamos pensar en “Me encantan los patapositivos” … ¿qué os parece? La palabra inventada “patapositivos” podría ser un excelente equivalente para “pawsitive”.

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