Hoy quiero presentaros la tarea del subtitulado, un sector en el que me he especializado y en el que ya llevo cuatro años trabajando.
Entonces, el subtitulado es una verdadera profesión, me atrevería incluso a decir que es un arte. Aunque parezca fácil, no es para nada sencillo. Es un proceso tras el cual se esconden un conjunto de reglas y de técnicas que sirven para hacer el disfrute de un producto audiovisual lo más agradable posible.
De hecho, los mejores subtítulos son invisibles, se leen sin ser notados puesto que son parte integral de lo que pasa en el vídeo. Esta es una declaración mencionada a menudo en diferentes estudios de investigación sobre la Traducción Audiovisual, en cuestionarios dirigidos a los espectadores. Son precisamente estos últimos los que deben leer los subtítulos al ver una película o un documental, lo que puede ser agotador. Sin embargo, si están bien hechos, los subtítulos no dañan para nada el disfrute, es más, lo mejoran ayudando a los espectadores a entender mejor el contenido del vídeo.
Pero ¿cómo son los subtítulos bien hechos?
En primer lugar, los subtítulos están divididos en intralingüísticos e interlingüísticos. Los primeros están escritos en el mismo idioma que los diálogos, mientras que los segundos en un idioma diferente. Luego está la categorización de los subtítulos para sordos (SpS), en los que están incluidos todos los efectos sonoros y la identificación de quien habla (sobre todo si el que habla no se ve en la pantalla), y los subtítulos como apoyo para aprender un idioma extranjero. De todas formas, en caso de que los subtítulos deban ser traducidos, cada vez más a menudo las empresas ponen a disposición de los subtituladores una parrilla, o sea un archivo ya sincronizado y dividido en subtítulos. Normalmente el texto está en inglés y los subtituladores sólo tienen que traducirlo, sin cambiar los tiempos de entrada y los tiempos de salida de los subtítulos, ni tampoco unir o dividir estos últimos. Esto sirve para tener un producto final igual en todos los países en los que es exportado. Al hablar de parrillas, el debate se vuelve acalorado. Si a primera vista parece que este método facilite la tarea de los subtituladores, en realidad la complica: hay idiomas cuyas palabras son más largas que las inglesas, así que no cabe todo el texto traducido. Los subtituladores, no pudiendo cambiar los tiempos y el número de los subtítulos, se reducen a meros traductores y no pueden aplicar sus habilidades técnicas. Por lo tanto, el contenido de los subtítulos se reduce aún más o los subtítulos resultan segmentados incorrectamente (sobre la segmentación, véase más adelante). En cualquier caso, parece que los subtítulos estén mal hechos o que en su interior falte alguna información percibida por los diálogos.
Además de esta categorización, hay unas pautas concretas que respetar, creadas por las empresas que dan los vídeos a subtitular a unos profesionales. Estas normas tienen que ver con los caracteres por línea, la duración mínima y la duración máxima de los subtítulos (generalmente hablamos de 1 a 6-7 segundos), la velocidad de lectura, las abreviaturas y demás. De todas maneras, cabe decir que casi siempre los caracteres por línea van de 37 a 42 puesto que el ojo humano no podría seguir la lectura con muchos más caracteres (tal como lo han demostrado varios estudios a través del eye tracking, un proceso que monitorea los movimientos oculares).
Hechas estas premisas, el subtitulador debe tener en cuenta varias estrategias para respetar las normas y garantizar la máxima legibilidad de los subtítulos. La más importante de estas estrategias es la condensación, o sea escribir de manera concisa el mensaje original. Esto conlleva la reformulación de la frase, pero también la eliminación de redundancias y otros elementos no importantes a efectos del guion. Además de la condensación, es necesario aplicar una buena segmentación. Esto significa que en casos de subtítulos con dos líneas no se debe separar el sustantivo del adjetivo, el verbo del auxiliar, el sujeto del verbo y demás. Asimismo, siempre que sea posible, la segunda línea tiene que ser más larga que la primera para una mayor receptividad por parte del espectador (esto también ha sido demostrado gracias al eye tracking).
Ejemplo:
INCORRECTO ✖️
Hoy comí un buen
bocadillo de almuerzo.
CORRECTO ✔️
Hoy comí
un buen bocadillo de almuerzo.
En resumidas cuentas, cada subtítulo, sea con una o dos líneas, debe formar una unidad de sentido, es decir, debe tener un sentido completo. Así que los espectadores reciben el mensaje de manera directa e inmediata, ya que además no pueden volver atrás y recuperar alguna información. Este es un aspecto muy importante de la Traducción Audiovisual: un vídeo no es como un libro en el que se puede fácilmente volver atrás y volver a leer algo, en el vídeo hay mucho movimiento, todo ocurre rápidamente y por lo tanto el texto escrito en los subtítulos tiene que ser lo más claro posible.
Acabo de exponeros algunas de las cosas que se deben tener en cuenta a la hora de subtitular. ¿Os parecen muchas? Aun así debéis saber que los subtituladores no sólo tienen que adaptarse cada vez a las normas del cliente y aplicar estrategias diferentes, sino que casi siempre tienen muy poco tiempo para llevar a cabo su trabajo y además son remunerados miserablemente. Sobre todo a causa de la falta de tiempo y de la presión a la que están sometidos, a menudo no entregan un trabajo perfecto, siempre hay alguna imperfección que se les puede escapar. Por eso en teoría está el revisor que controla y corrige el trabajo del subtitulador. Escribí “en teoría” porque no siempre las empresas contratan a este profesional, a fin de ahorrar tiempo y dinero. Así que prefieren echar ellas mismas un vistazo rápido al trabajo final. Sin embargo, se trata solo de un formalismo, sobre todo porque se avecina la entrega o la emisión del producto. Como resultado, desafortunadamente, los espectadores acaban por disfrutar de los subtítulos que, en condiciones más favorables para todos, hubieran podido ser de mejor calidad. Sin esa prisa perenne y excesiva, estoy segura de que se verían por todas partes más subtítulos bien hechos.
Así que la próxima vez que veáis un programa subtitulado, pensad en cuánto trabajo infravalorado hay detrás de esos subtítulos…