La nataci贸n me hace bien en todos los sentidos. El agua es mi elemento. Basta con sumergirme en ella para que todo adquiera otra dimensi贸n. El tiempo se ralentiza, la mente se libera de los pensamientos habituales y todos los m煤sculos trabajan, garantizando as铆 su tonicidad. El sonido del agua y mi respiraci贸n se mezclan, creando una simbiosis en armon铆a. Los brazos y las piernas son libres de moverse con fuerza, haciendo movimientos que fuera del agua no podr铆an realizar ni coordinar. Hay momentos en los que nado con calma y otros en los que voy a un ritmo m谩s intenso. La l贸gica del maratonista se apodera de mi cerebro: al principio avanzo con calma, pero hacia el final del nado acelero. Al final, la respiraci贸n se intensifica, los latidos del coraz贸n aumentan, pero no me detengo hasta sentirme exhausta y nado con todas mis fuerzas, como si se acabara el mundo. De hecho, siento esta fuerza interior que me impulsa a seguir adelante, una fuerza que comparo con unos cuernos, ya que mi signo zodiacal es Capricornio, que precisamente tiene cuernos. Es la misma fuerza que me acompa帽a durante toda mi vida, especialmente en los momentos dif铆ciles, pero durante la nataci贸n la siento mucho m谩s viva e intensa. En conclusi贸n, nadar es una forma de liberar tensiones, as铆 que adem谩s de ser un excelente ejercicio f铆sico, es un b谩lsamo para la mente.