Aquí tenéis otra historieta del autor griego Arkàs. Pero esta vez la traducción es prácticamente imposible puesto que ciertas festividades, aunque son similares, no tienen el mismo nombre en todos los idiomas.
Vamos a empezar a traducir, por lo menos literalmente, para comprender mejor los obstáculos a los que nos enfrentamos…
“Buenos días.”
Febrero dice al Lunes (Arkàs ha creado toda una serie de historietas con protagonistas los meses y los días):
“¿Todavía estás aquí tú? ¡Tendrías que haberte ido al trabajo ya!”
Aquí cabe señalar que en español los días son sustantivos masculinos, mientras que en griego son femeninos y por eso Arkàs los dibuja en forma de chicas. De todos modos, se podría considerar el lunes como una jornada laboral, manteniendo así la referencia femenina.
Seguimos…
El Lunes contesta: “Pero ¿no tengo que lavarme?”.
Y Febrero responde: “¡No hace falta!… ¡El lunes limpio es en marzo!”.
¿Confundidos? Es normal, tranquilos. Aquí es donde entra en juego la festividad que indica el inicio de la Cuaresma, que en griego es Καθαρή Δευτέρα (/katharì deftèra/, literalmente “lunes limpio”). Esta festividad tiene alguna afinidad con el español Miércoles de Ceniza, con el italiano Mercoledì delle Ceneri y con el inglés Ash Wednesday. Sin embargo, Καθαρή Δευτέρα es característica sólo del mundo ortodoxo y es una verdadera fiesta. De hecho, mientras que en todo el mundo católico y en el protestante el primer día de Cuaresma es un día de penitencia, en Grecia es una fiesta que va más allá del significado religioso: se lanzan cometas y se disfruta de una comida rica en especialidades culinarias, sobre todo en moluscos y crustáceos.
Pues, teniendo en cuenta la traducción literal, en la historieta el Lunes tiene que estar limpio y en orden antes de ir al trabajo. Pero no hay una traducción válida sobre todo porque en otros idiomas no hay una acepción de limpieza, así que la broma no se sostiene. Además, por si fuera poco, las fechas de la Cuaresma, y por lo tanto de la Pascua, a menudo no corresponden porque son calculadas de manera diferente (aunque normalmente coinciden cada cuatro años). Asi que, también por esta diferencia de calendario, la historieta está fuera de lugar.
En conclusión, cuando un traductor se topa con una dificultad similar, sólo le queda salpicar la traducción de notas y referencias, o puede volcar el texto, cancelando cada referencia a la festividad. De esta manera puede dar rienda suelta a la imaginación e inventarse de nuevo el diálogo. Os dejo elegir a vosotros una posible traducción.